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Nova mantiene su ping pong vital, esta vez rebotó nuevamente a Caracas (con Daniela, quien vino por tres días) y atravesó un itinerario de veterinario, oficina de exportación en el Aeropuerto El Dorado (Bogotá) y hasta un kennel nuevo que Avianca obligó a comprar por 45.000 pesos... Luego de sus tres meses a 2.400 metros y en un apartamento de 55 metros, Nova se desliza por su habitat caraqueño con soltura y cada día estrena un nuevo sitio para la siesta... A su vez, el deterioro de Caracas no es sólo asunto de humanos, pues al inventario de imposibles (azucar, leche, huevos) hay que agregarle Catchow y otros alimentos felinos... Me imagino que por los convenios con Lula, sólo se ven unos dudosos alimentos brasileños, que apenas se los sirvo a Nova los patea como si fueran pedacitos del mismo Satán molidos para ella...